Cada vez más menores se conectan a la Red.
Los riesgos de la Red son numerosos y preocupan a la mayoría de los padres. Sin embargo, prohibir a nuestros hijos el acceso a Internet y criminalizar su uso no es la solución. Internet es una poderosa herramienta de información y comunicación que los niños tienen que aprender a manejar. La prevención, la protección y la seguridad son fundamentales para evitar estos peligros.
Poco a poco, Internet se ha ido convirtiendo en una herramienta omnipresente y cada vez son más los menores que acceden a la Red. La preocupación de los padres está justificada, pero pese a todos los miedos, la solución no pasa por prohibirles entrar en Internet, según señalan los expertos, ya que se trata de una herramienta con muchas posibilidades saludables y pedagógicas para los menores, sino en controlar el acceso -mediante filtros que prohíben entrar en determinadas páginas- y, sobre todo, en el diálogo entre padres e hijos, para que compartan los riesgos que ofrece la Red y sean capaces de enfrentarse a ellos por sí mismos.
El mayor problema es que la inmensa mayoría de los padres no tiene conocimientos suficientes acerca de Internet.Permitir a un niño pequeño conectarse a Internet solo es como dejarle abierta la puerta de la calle, no hay protección a lo que pueda encontrar. Los padres están a veces más preocupados por el tiempo que el niño pasa conectado o por las compras que pueda hacer por Internet que por los contenidos.
Uno de los principales errores está en permitir que el ordenador esté en el cuarto de los hijos, según señalan los expertos, que recomiendan que la máquina se encuentre en un lugar de uso común de la casa, para que los padres puedan en ver qué están haciendo sus hijos.